Introducción

La diversidad lingüística es una de las más preciosas características de la Argentina y es considerada patrimonio de la humanidad por la UNESCO (2010): “La diversidad lingüística es esencial para la herencia de la humanidad. Todas y cada una de las lenguas contienen la sabiduría cultural única de un pueblo. La pérdida de cualquier lengua es entonces una pérdida para toda la humanidad”. Además de las 15 lenguas indígenas y el español, en Argentina, también se hablan lenguas de inmigración como el armenio, el chino y el galés, y la lengua de señas argentina (LSA, surgida en 1885). Por eso decimos que la Argentina es un país multilingüe.

Actualmente, se calcula que se hablan alrededor de 6.900 lenguas en todo el mundo, distribuidas de forma desigual, tanto geográficamente como en porcentajes de hablantes.

Distribución de las lenguas por zona de origen:

Continente Idiomas vivos
Total Porcentaje
Asia 2.269 32,8
África 2.092 30,3
Pacífico 1.310 19
América 1.002 19
Europa 239 3,5
Totales 6.912 100

Según estos datos, en Argentina se habla aproximadamente un 0,28% de lenguas respecto del resto del mundo, y un 1,99% respecto de América.

Si en el mundo hay cerca de 194 países oficialmente reconocidos y alrededor de 6.912 lenguas, quiere decir que lo más generalizado en todo el planeta y en la historia de la humanidad es el multilingüismo y que una nación no necesariamente se corresponde con una lengua. Las comunidades monolingües, es decir, que hablan un solo idioma, son muy poco frecuentes. De hecho, hay varios países que tienen más de una lengua oficial. Por ejemplo, Afganistán tiene 2 idiomas oficiales: el pashto y el dari (persa); Bélgica tiene 3: neerlandés, francés y alemán; Bolivia reconoce 37 lenguas oficiales: el castellano y todos los idiomas de las naciones y pueblos originarios, entre ellos están varios de los que también se hablan en Argentina: aymara, araona, baure, bésiro, canichana,cavineño, cayubaba, chácobo, chimán, ese ejja, guaraní, guarasuawe, guarayu, itonama, leco, machajuyai-kallawaya, machineri, maropa, mojeño-trinitario, mojeño-ignaciano, moré, mosetén, movima, pacawara, puquina, quechua, sirionó, tacana, tapiete, toromona, uruchipaya, weenhayek (wichí), yaminawa, yuki, yuracaré y zamuco (Parágrafo I, Artículo 5 de la Constitución Política del Estado de Bolivia). En Canadá las lenguas oficiales son: el inglés y el francés; en Finlandia, el finés y el sueco; en Paraguay, el español y el guaraní. En Perú es lengua oficial el español y co-oficiales las lenguas de varios pueblos originarios en las zonas del país donde se hablan, entre ellas, el quechua y el aymara. En Sudáfrica se reconocen 11 lenguas oficiales: afrikáans, inglés, ndebele, sesotho, sesotho sa leboa, setsuana, suazi, tsonga, venda, xhosa y zulú. En Suiza, se reconocen 4: alemán, francés, italiano y romance.

“Multilingüismo” quiere decir que las personas hablan habitualmente dos o más idiomas. Lo normal es que las comunidades multilingües utilicen sus idiomas para distintos propósitos o con diferentes personas, por eso el multilingüismo permite flexibilidad en la comunicación. En general se le llama “primera lengua” a la lengua materna, la que se aprende en la infancia y “segunda lengua” la que se aprende más tarde, pero en situaciones de multilingüismo es muy común también que aprendan dos o más lenguas en su infancia. Por eso, se pueden diseñar sistemas de bi-alfabetización, para que esos niños aprendan a escribir en las dos lenguas que conocen al mismo tiempo. Eso da la libertad de usar una u otra según necesiten en la situación comunicativa.

En la medida que tomemos conciencia de nuestra realidad lingüística en Argentina podremos aprender a valorar y defender la diversidad de idiomas que la caracteriza y la hace especialmente rica.

[*] Austin, Peter (2009) 1.000 lenguas. Lenguas vivas y extintas de todo el mundo. Barcelona: Océano.
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